A veces nuestras emociones son tan intensas que nos encontramos confundidos por lo que sentimos. Este miedo a sentir puede surgir cuando las emociones nos resultan abrumadoras, llevándonos a evitar enfrentarlas. Las emociones tienen un papel fundamental para nuestra vida ya que nos informan sobre nosotros mismos.
Emociones placenteras y dolorosas: ¿Por qué las evitamos?
Las emociones, no son todas iguales: existen emociones placenteras y otras dolorosas, emociones que amamos sentir, abrazar y emociones que nos duelen y podemos evitamos contactar. Porqué tenemos miedo: de ser engañados, de sentirnos sobrepasados, de no poder liberarnos o simplemente porque son emociones que no hemos nunca conocido.
El refugio ante el miedo a sentir
Hay personas que tienen miedo a sentir las emociones. En esos casos el riesgo mayor, para huir de lo que sentimos, buscan refugio en la hiper-racionalización, en el hacer, en las relaciones, en los problemas, en el sueño, en las drogas,…cualquier cosa que nos ayude a evitar contactar con lo que se está moviendo dentro de nosotros.
La importancia de aceptar nuestras emociones
Ser consciente de lo que sentimos puede ser muy doloroso, pero al mismo tiempo representa una gran oportunidad para comprender lo que deseamos de verdad y lo que realmente necesitamos para sentirnos bien.
Muy a menudo, detrás de un gran dolor se esconde un deseo inexpresado, detrás de la rabia una fuerte vitalidad y deseo de autoafirmación, detrás de un miedo una advertencia para nosotros, detrás de una alegría el camino para una felicidad duradera. Porque solo escuchando y aceptando con amor, lo que sentimos, podemos transformarlo en un nuevo comienzo. Quitarnos nuestra brújula emocional, significa renunciar a la única cosa de lo que tenemos necesidad: volvernos personas felices. Puede significar distanciarnos de la única persona de la que siempre tendremos necesidad: de nosotros mismos.
Darse permiso para sentir
Es importante darnos el permiso a sentir, y de lo contrario explorar, investigar y entender cuando y como hemos decidido que no sentir, a pesar de la desventaja, fuese la mejor solución posible.
¿Vosotros que relación tenéis con vuestras emociones? ¿Hay emociones con las cuales queréis conectar y otras que no?.
Annalaura Cardella, Psicoterapeuta